Hoy 19 de octubre se celebra el Día Mundial del Cáncer de Mama, problemática que afecta a muchísimas mujeres en el mundo. Del mismo modo, y aunque ellos lo sufran menos en sus carnes, indirectamente todos nos encontramos afectados. ¿Quién no conoce a alguna mujer o a alguna familia en la que se viva esta enfermedad?
Como profesional, veo a muchas mujeres que tras una vivencia tan impactante como ésta comienzan a recuperar sus vidas, quieren recuperar su autoestima, su sexualidad y su vida en pareja normal. El cáncer de pecho es uno de los más impactantes a nivel corporal y a nivel psicológico.
A nivel físico, la eliminación de un pecho afecta de forma directa a la feminidad de la mujer. El cuerpo se ve mutilado y así es como se resiente la imagen que una tiene de si misma, por no hablar de la intimidad en pareja. La reconstrucción del pecho, a pesar de que en nuestro país es muy accesible, es un proceso difícil y doloroso. Tatuar el pezón es el final de una época vital que también se tatua en todas las mentes.
Es lógico que las mujeres necesiten el apoyo psicológico y sexológico (*) durante el proceso y posteriormente. Muchísimas parejas buscan ayuda en este sentido para recuperar su vida íntima y relacional. El cáncer de mama no es el fin de la sexualidad femenina pero ¿cómo no podría afectar?
Sin duda, además de la intervención y la ayuda directa, lo más importante para plantar cara al cáncer de mama es la prevención. Es importante saber que “al menos un 15% de los cánceres de mama tiene su origen en los genes” tal y como nos cuentan desde Salud de la Mujer Dexeus.
Desde esta misma entidad nos facilitan un decálogo con las claves para la detección precoz del cáncer de mama ¡compártelo!
(*) Durante este mes la primera sesión de ayuda terapéutica en casos de oncología es gratuita (cáncer de mama u otros)