Después de las últimas noticias en referencia a cómo montar en bici o hacer ciclismo podría afectar a nuestra sexualidad y, en concreto, a la sensibilidad de los genitales de hombres y mujeres, me dediqué a preguntar a quienes pudiesen ayudarme. Como sabéis, soy asidua al ciclo indoor (os lo había contando en mi post «cómo el deporte mejora el rendimiento sexual«).
El ciclismo ha estado siempre vinculado a la disfunción eréctil masculina y los últimos estudios revelaron una situación similar en las mujeres. Según la Universidad de Yale, al apoyarnos sobre la zona del perinero en la bicicleta, la sensibilidad genital se podría ver reducida.
Las mujeres que practicaban 16 horas o más de ciclismo a la semana eran más propensas a sufrir entumecimiento o molestias. Se supone que esto vendría producido por la presión que se ejerce en el asiento, que afecta a los nervios de la zona y acaban perdiendo su sensibilidad original.
Como vemos, se habla de 16h a la semana, es decir, más de 2h al día. La mayoría de los aficionados no dedican tanto tiempo y es que, como me comentaba Jorge Raga (director de gimnasio Raga Fitness de Gijón, al que asisto) «hay que contextualizar el tema desde la perspectiva de actividad física y no deportiva, que son totalmente diferentes y con objetivos distintos (…) el sillín en nuestra actividad no tiene porqué afectar negativamente, salvo que existan problemas previos, debido a que el tiempo no sobrepasa los 50 minutos.»
Es decir, para cualquiera de nosotros, no profesionales, que vemos solamente la actividad física como una forma de cuidar nuestra salud, estos estudios poco tienen que aportarnos. Otra cosa, como me explicaba Raga, es que compitamos, que veamos el ciclismo verdaderamente como un deporte y que dediquemos gran parte de nuestro día a entrenar y dar lo máximo de nosotros.
Añade «mi experiencia en la práctica de Ciclo Indoor después de 8 años es muy positiva (…) se trata de una actividad cardiovascular estructurada y programada con unos objetivos concretos. Los beneficios se desarrollan en el ámbito biopsicologicosocial, existen evidencias biológicas (por ejemplo, la pérdida de peso o la disminución de las pulsaciones), psicológicas (como el aumento del autoconcepto físico) y sociales (por las relaciones que se establecen en situaciones de esfuerzo). Todo ello explica cómo la salud sexual, que depende mucho de estas condiciones, se vea beneficiada.»
Además de con un experto en esta actividad fisica, decidí contrastar información con una especialista en suelo pélvico, Sara Fernánfez. Como especialista afirmó: «por dar un paseo en bici, entrenar un par de horas a la semana o hacer una clase de spinning, no se va a producir un prolapso, ni un atrapamiento del nervio, eso sí, podría agravarse el problema si ya se parte de una situación patológica.»
En el caso de la mujer, hay que tener en cuenta otros factores como son la edad, la menopausia, si ha sido madre, alteraciones del colágeno, otras enfermedades o medicaciones…Tan sólo un factor de riesgo no suele provocar una patología grave.
Pero, aun partiendo de una mujer joven y sana, hay que tener en cuenta que la presión del sillín en el suelo pélvico durante horas va a disminuir de forma inevitable la irrigación sanguínea y con ello se producirán cambios histológicos de la musculatura. Todo ello, además de aumentar las posibilidades de padecer otras patologías, va a ir provocando una debilidad del suelo pélvico y, por ello, un déficit de la función de la musculatura.»
Sobre la debilidad del suelo pélvico ya os había hablado en uno de mis vídeos (*) y, como ratificaba Sara, las mayores dificultades pueden ser:
- A la hora de orinar o defecar. El estreñimiento y el dolor en estos momentos es habitual.
- El dolor en toda la zona genital.
- La disminución de sensaciones que podría terminar en anorgasmia.
- Disfunción eréctil en el hombre.
Como última recomendación, Sara Fernández nos recomenda que las mujeres » no utilicen sillines muy acolchados ya que con ellos, los isquiones van a introducirse en el sillín y aumentará la presión que se realizará en el suelo pélvico. En cambio, si se utilizan más firmes, podríamos disminuir está presión evitando o disminuyendo la posibilidad de lesión.»
¿Conclusión? Tómatelo con calma y disfruta de cuidar tu salud ya sea sobre la bicicleta o sobre las sábanas. Eso sí, si tienes dudas o presentas alguno de estos síntomas, no dudes en pedir consejo a un especialista lo antes posible.
(*)
