Seguro que más de una vez has podido escuchar esa frase que dice…»si utilizo un vibrador y me gusta no volveré a querer tener sexo con otra persona» No sé cómo habrás reaccionado ante tal demostración de ignorancia asi que, por si te quedaron dudas, aquí tienes este post.
Una buena respuesta sería «un día probé la piña, me gustó y aún así sigo comiendo otros platos, además de piña cuando me apetece, claro» ¿Por qué algo que nos gusta provoca que dejemos otras cosas? ¿Por qué en nuestra sexualidad estamos obsesionados con, precisamente, las obsesiones y la exclusividad?
El punto de partida es tener claro que la masturbación no tiene nada de malo, también tener en cuenta que los juguetes eróticos no son solo para disfrutar a solas, muchísimas parejas los usan como un complemento más a sus juegos sexuales.

Porque, precisamente, la masturbación, los juguetes y la cosmética erótica no dejan de ser eso, fórmulas para complementar y vivir más plenamente nuestra sexualidad.
Y es que, si aún te quedaba alguna duda, vivir nuestra sexualidad de forma plena es uno de los mejores predictores de felicidad y salud, tanto para cada persona como para cada pareja.
Por otro lado, parece que vivimos obsesionados con que aquello que nos gusta nos puede provocar adicción. Hay personas que aún siguen pensando que el sexo resulta más adictivo que cualquier otra cosa ¿por qué? ¿quién ha dicho eso? y, si lo ha dicho ¿por qué te lo has creído?
Me gusta el chocolate pero, si me lo quitan, no asesinaré a nadie por ello. Me gusta hacer deporte pero, si una temporada no puedo practicarlo, ¡no me pasa nada! ¿Por qué me iba a pasar con la vivencia de mi sexualidad? ¿Por qué me iba a pasar con un vibrador?
Siempre digo una cosa y es que con la juguetería erótica tenemos un gran problema: no nos abraza. Si, esa es la gran diferencia, si un vibrador nos abrazase, nos diese mimitos y si nos hiciese el desayuno por la mañana….que quieres que te diga, quizás me pensaría en cambiarlo por un hombre real pero ¡madre mia! Las relaciones humanas son lo más necesario y bonito que podemos compartir.
Otra cosa muy diferente, por supuesto, son nuestras necesidades sexuales, tan básicas como el comer, el beber o el dormir. Podemos pasar sin ellas un tiempo pero en nuestra cara se manifestará el malestar (seguro que conoces alguna expresión que justifica esto que acabas de leer ¿verdad?)
Por eso, fuera tabús y falsas creencias. Disfruta del sexo, utiliza juguetes cuando te plazca y, si te quedas sin ideas, aquí te dejo el link de una tienda erótica que me gusta, SensualPlanet, para potenciar tu imaginación.