Dicen las malas lenguas que a las mujeres, cuanto más malos son los hombres, más les gustan. ¿Es eso cierto? ¿Qué tienen los malos que no tengan los buenos?
El “chico malo” suele ser muy masculino: seguro de sí mismo, independiente, con iniciativa y con un punto agresivo. Podemos identificar fácilmente a estos chicos en la mayoría de series y películas de televisión (no te hagas la loca, tienes uno en la cabeza y ambas sabemos que te vuelve loca).
Por otro lado, también es lógico pensar que toda persona desea estar junto a quien le hace feliz, le trata bien y le hace sentirse valorado. ¿Son ambos perfiles incompatibles? Mi respuesta es no.
De hecho, me atrevería a asegurar que lo que la mayoría de las mujeres desean es el equilibrio entre ambas caras de la moneda. ¿O acaso no se rinde el malo ante la dulzura de la chica buena?
Cuando sabemos que un hombre, por muy cariñoso que sea, ya no nos sorprende y se vuelve aburrido. Cuando, por mucho que nos quiera, no nos plantea retos, no es pasional e inteligente. Cuando no se muestra autónomo, cuando no es diferente a nosotras… pierde su esencia.
Quizás el término “malo” no sea el más acertado y lo que suscita nuestro deseo es esa muestra de típica masculinidad que les vuelve tan interesantes y difíciles de alcanzar aunque, como todas sabemos, los tenemos en el bote…jejeje
¿Qué te parece? ¿Por qué crees tú que nos gustan los «chicos malos»?
Post publicado previamente en www.elimportuno.com