«Si tienes la tripita redondeada es niña y si es puntiaguda es niño»
«Si estás más guapa es que es niña y si estás más fea es que es niño»
¿Cuántas más expresiones como éstas conoces? Seguro que muchas y…¿cuánto tienen de cierto?
En pleno s. XXI la predicción del sexo del bebé no solamente está en pleno estudio sino que también tiene un gran debate. ¿Para qué queremos saber el sexo si educamos en igualdad? ¿Qué importa si se llamará Carlos o Julia? ¿Vamos a elegir el color o los juguetes de forma diferente?
Al margen del debate de género, en este post me gustaría hablar de esos grandes mitos que rodean el arte de adivinar si el futuro bebé será niño o niña. Vamos allá:
- «La forma de la tripita te lo dirá»: redonda o puntuaguda, más arriba o más abajo…¡Nada de nada, todo mitos! La forma del vientre de la madre varía según la posición del feto y también por la tonicidad muscular del cuerpo femenino. (Por cierto, si quieres aprender un poco más sobre cómo fortalecer tu suelo pélvico te invito a mi taller del 20 de noviembre)
- «La belleza de la madre»: ¿acaso la belleza es subjetiva? ¿el «cómo nos brillan los ojos» tiene una escala objetiva? ¡Ni caso!
- El ritmo cardíaco del bebé: este mito se lo han creído tanto madres como profesionales por el hecho de que, generalmente, lo niños tienen un ritmo cardíaco menor al de las niñas en el parto, pero no tiene por qué suceder así durante el embarazo.
- Los ritmos de la luna: al parecer, calculando la fase lunar en la que concebiste el bebé (como si esto fuese fácil de saber), tu edad lunar y unos cuantos factores más se puede saber el sexo del bebé…Si alguien puede explicarlo mejor que yo, puede hacerlo aquí mismo, yo aún no lo he entendido…y sobra decir que no me lo creo.
- Técnicas en auge que han evolucionado y mejorado pero aún no están totalmente contrastadas: los análisis de sangre pasadas 6 semanas de gestación y las técnicas cromosómicas que estudian los espermatozoides.
Entonces…¿Cómo saber con seguridad el sexo de tu bebé? Realizándote una ecografía pasadas 14 semanas de gestación. ¡PACIENCIA PAPIS!
