Se acerca la noche más espeluznante del año, Halloween, y por eso no es de extrañar que ayer me preguntasen si la adrenalina es buena para las relaciones sexuales. No lo pensé dos veces y respondí:
Todo lo contrario: si estamos nerviosos y acelerados lo más probable es que nuestros cuerpos no reaccionen como desearíamos.
No me retracto en lo dicho pero sí, ojalá lo hubiese pensado dos veces. La adrenalina es una sustancia química que nos permite reaccionar ante situaciones de peligro o miedo. Lo que produce es un aumento del ritmo cardíaco, hace que seamos capaces de tomar más aire y nos permite reaccionar ante la situación alarmante.
Cuando tenemos miedo se activan las hormonas del estrés, entre ellas la adrenalina, elementos que van en contra de la relajación necesaria para dejarse llevar en una relación sexual. Pero ¡ojo! También se activa una hormona relacionada con la sensación de placer, la conocida dopamina, no es de extrañar entonces que también disfrutemos con las películas de miedo, con los deportes de riesgo o con las prácticas sexuales rápidas y/o en lugares donde podríamos ser descubiertos.
Cantidad de personas disfrutan del sexo express y de la adrenalina, aunque la teoría diga lo contrario. Aun así, parecen existir diferencias entre los sexos, como sabéis, hombres y mujeres nos diferenciamos en muchas cosas por términos generales. Según L. Brizedine “los circuitos masculinos del amor experimentan un impulso extra cuando los niveles de estrés son elevados. Después de un desafío físico intenso, por ejemplo, los varones se ligarán pronta y sexualmente con la primera hembra propicia que tengan a la vista (…) Las mujeres, en cambio, rechazan avances o expresiones de afecto y deseo cuando están sometidas a estrés”
Lo que viene a decirnos es que, después de recibir un susto esta noche, es más fácil para un hombre acceder a las relaciones sexuales que para una mujer. Así, ¡sed buenos y no hagáis muchas brujerías!