Ya en alguna ocasión habíamos abordado el tema de la importacia del deporte para nuestra salud y, en concreto, para nuestra salud sexual. Os he hablado sobre cómo conjugar deporte y embarazo y, a la inversa, sobre cómo el sobrepeso puede interferir en nuestra vida sexual. Hoy trataré de dar un paso más ¿Puede el deporte mejorar nuestra sexualidad?
Evidentemente, ambas actividades son una actividad física, algo tendrán que tener en común ¿no? Cuando nos sentimos bien físicamente nos encontramos mejor a nivel general…en todos los sentidos, pero concretemos un poco más:
- Las relaciones sexuales se consideran una actividad física cardiovascular de intensidad baja o moderada. Como cualquier otra actividad cardiovascular, ayuda a aumentar la fuerza y resistencia de los músculos que son necesarios para su práctica, también la de nuestro corazón. Cuanto mejor estén nuestros músculos en el día a día, mejor estarán para encararse a un encuentro sexual y a cualquier otra actividad que lo exija.
- La elasticidad también es importante, para algunas prácticas más que para otras, claro. Evidentemente, una gimnasta contorsionista va a tener más posibilidades de probar, si quiere, todas las posiciones del kamasutra…aunque tampoco es necesario hacerlo para tener una vida sexual plena y satisfactoria (sino, mal vamos)
- El ejercicio cardiovascular también nos ayuda a tener un mayor control de nuestra respiración. La respiración es clave para el (auto)control de nuestra ansiedad en el día a día, algo que guarda una altísima relación con nuestro bienestar psicológico, pero también con el rendimiento sexual. Respirar mejor nos ayuda a tener relaciones sexuales más placenteras y duraderas, de hecho, son técnicas que utilizo habitualmente con los pacientes que tienen problemas en el control de la erección, la eyaculación, etc.
- El ejercicio físico también hace que generemos endorfinas, las llamadas «hormonas de la felicidad». Esto provoca la mejora de nuestra autoestima , que nuestras emociones sean más positivas y que, en general, nos encontremos mejor con nosotros mismos, claves para el deseo y el disfrute sexual.
En referencia a este último punto, he de reconocer que después de estos últimos meses sacando adelante Psic & Corps, todo hubiese sido mucho más difícil si no acudiese todas las mañanas una hora al gimnasio. Emprender es difícil pero, si recordáis, el pasado lunes fue el Blue Monday y compartía con vosotros mi forma de combatirlo: una intensa sesión de ciclo indoor.
Soy perfectamente consciente de cómo el deporte afecta positivamente a mi psicología: me hace encontrarme con más energía, motivación, de buen humor…creo sinceramente que la vida sana contibuye a la felicidad de las personas, y ese es el mejor afrodisíaco.
Además, en cualquier ejercicio físico se equilibran los balances hormonales mejorando la circulación sanguinea y el funcionamiento de nuestro sistema nervioso, por no hablar de los grandes beneficios que puede reportar a muchas mujeres que padecen de síndrome premenstrual.
Por último, no podría olvidarme de los músculos del suelo pélvico, implicados en muchos ejercicios físicos (sobre todo entre las sábanas, pero también fuera de ellas) Los ejercicios hipopresivos ayudan a fortalecerlos, así como los ejercicios de kegel. Ejercitar los músculos de nuestro suelo pélvico nos ayuda a intensificar el placer tanto en hombres como en mujeres, a mejorar la lubricación, a facilitar el parto y la recuperación postparto en la mujer y a aumentar el control de erección y eyaculación en el hombre.
Espero que este post os sirva para motivaros a mover un poco más el culo y, lo más importante, a iniciar el camino a sentirnos mejor con vosotros mismos y con vuestra vida sexual. También espero que este breve resumen les gustes a todos los que formamos parte del gimnasio RAGA en Gijón.