La semana pasada Cabronazi compartió la noticia de un exhibicionista en un autobús y recordé cuando me propusisteis un tutorial sobre cómo reaccionar ante estas situaciones. Lo que comentaba en su post es el caso de una chica que grababa a un hombre masturbándose delante de ella. Le decía que parase y le amenazaba con grabarle, de hecho lo hizo y llevó el vídeo a la Policía.
Lo que argumentaron los policías es que, al no haber agresión directa y al ser ella mayor de edad, no podían hacer nada. Evidentemente ella se quejaba en redes sociales y es que, desde luego, está claro que nuestra libertad termina ante la de los demás y que nadie tiene derecho a “hacerte ver” lo que no quieres. Existen prácticas que pertenecen al ámbito privado y ahí deben de quedarse.
Desconozco si el caso es real o no (de hecho, aquí os muestro una captura de pantalla de la publicación pero no he vuelto a encontrar el contenido) pero está claro que hablar de esto hace falta. A mi misma me han ocurrido también algunas situaciones con exhibicionistas y he decidido contarla en el vídeo que he preparado. Espero que os resulte útil, si es así no olvidéis darle al like, compartir y, por supuesto, comentar vuestras experiencias o opiniones.
Como ves, el exhibicionismo se trata de la excitación sexual provocada por mostrarse desnudo o en actos sexuales ante los demás. Generalmente la excitación viene derivada de la sorpresa, el susto o el miedo de quien no esperaba estar expuesto a esta situación.
Exhibirse ante quien no desea verte es, si no un delito (dependerá de la legislación de cada país), una falta de ética importante. Por ello, debemos de reaccionar con censura ante estas conductas y, si el exhibicionista busca tu asombro, reaccionar de la forma contraria. Esto puede ser difícil pero, sin duda, será más efectivo para extinguir su conducta.