Hace unos días me llegó por Whatsapp la imagen de una socorrista de Gijón. La chica estaba de espaldas con un bañador tipo tanga y parecía estar observando el mar (lo que es tu tarea, básicamente). La imagen venía acompañada con frases tipo «menudo equipo de salvamento tenéis en Gijón» o chistes como «10 paisanos llevan ahogados ya varias veces a lo largo de la mañana» Os dejo el link de toda la noticia aquí.
No pensé ni por asomo que aquel chiste fuese a transcender, hasta que empezó a circular la imagen a través de contactos de fuera de Asturias y pensé «esto está rodando demasiado». Así fue.
A las pocas horas todo el mundo le había visto el culo a la socorrista, había opinado sobre la belleza de este y había opinado, en definitiva, sobre esta trabajadora. Mi primer pensamiento fue «bueno, quizás lo tenga especialmente bonito, no lo sé, no soy especialista en culos femeninos». Desde luego, los mirones y «opinadores» se han visto sorprendidos, debe de ser que no están acostumbrados a ver demasiados traseros bonitos (os aseguro que en San Lorenzo, playa de Gijón, hay mucha gente y mucho culo al aire, como en todas las playas), un poco de educación sexual no les vendría mal entonces (y de educación en general, por supuesto).
Mi segundo pensamiento fue: «pobre chica, todo el mundo hablando de su culo. ¡Qué vergüenza debe de estar pasando! Si yo fuese ella ¿qué haría? ¿me taparía más la próxima vez? ¿Trataría de denunciar a los que hacen chistes sobre mí? ¿Me pondría un tanga más pequeño si cabe?»
No sé qué ha hecho la chica en cuestión pero sí sé lo que ha hecho el Ayuntamiento de Gijón: obligar a todos los socorristas a llevar pantalón. Cosa sumamente inteligente si tienen que quitárselo corriendo cuando esté ahogándome (No entiendo nada de socorrismo acuático pero me lo imagino)
¡Más inteligente aún! Responder a comentarios y chistes machistas con una medida contra la víctima. Osea, yo estoy haciendo mi trabajo correctamente con una prenda de trabajo (maticemos, requisito: bañador rojo), resulta que tengo el trasero bonito ¡qué le vamos a hacer oiga! y vienes tú, a opinar sobre mí, a hacer chistes sobre mí, a hacer mi cuerpo viral en redes sociales….¿y soy yo la que tengo que taparme? ¿he entendido bien?
¿Qué tipo de medidas son estas? Lo mejor de todo es llegar a Gijón y ver en las entradas carteles en contra del sexismo. ¿Estamos seguros? Estamos promocionando todo lo contrario, un auténtico absurdo.
En este momento siento mucha vergüenza del Ayuntamiento al que pertenezco como mujer, como profesional y como ciudadana. ¿Qué opináis vosotros?
Me quedo con la genial respuesta de los socorristas de Gijón para apoyar a sus compañeras: un chico en la misma «pose» que su compañera para ver si a ellos también se les obliga a llevar un pantalón encima del bañador… y, por otra parte Nayara hay un mensaje de apoyo dirigido ‘A mi respetada socorrista’ que creo que lo dice todo; este es el mensaje íntegro:
«A MI RESPETADA SOCORRISTA:
Siento mucho el lío tan tremendo en el que, evidentemente sin querer, te has visto envuelta.
PRIMERO: darte las gracias por tu trabajo y profesionalidad (creo que esto es lo más importante), muy poca gente hace caso a vuestras insistentes instrucciones y donde poca gente reconoce que salváis vidas jugándoos la vuestra.
SEGUNDO: darte la enhorabuena por ese estupendo culo que luces, que por lo visto produce admiración, envidia y también baboseo, ¡qué se le va a hacer!
TERCERO: ojalá no tengas que jugarte tu vida entrando a salvar a ningún baboso de esos que se siente tan aturdido por tu indumentaria, ojalá no tengas que hacerle el boca a boca a ninguno de ellos,porque entonces no habrá uniformes adecuados ni correctos ni incorrectos, sólo tú profesionalidad será juzgada.
CUARTO: te recomiendo el uso de abundante crema todo el verano para que todo esto te resbale!!
Atentamente y con mucho cariño una abuela !!!
Buen verano!!»
En relación con tus comentarios; totalmente de acuerdo en que falta, más que educación sexual-qué también hace falta; educación en general.