En la sociedad actual existe una tendencia nueva en cuanto a relaciones sentimentales se refiere. Frente a la pareja para toda la vida y a la eterna soltería, nos decantamos cada vez más por las “relaciones monógamas sucesivas”. ¿Cuántas personas conocemos que mantienen relaciones aparentemente duraderas, para pronto terminar y volver a emparejarse de nuevo?
¿Ha habido un cambio en la concepción del amor? ¿Qué nos ha llevado a esta tendencia tan generalizada? ¿Acaso serán nuestros nuevos estilos de vida? Probablemente a todos se nos puedan ocurrir múltiples causas, pero podríamos destacar una por encima de las demás: el fin del enamoramiento.
Cuando iniciamos una relación con alguien, todo gira en torno al deseo que sentimos por él o ella. Los primeros momentos se caracterizan por una gran tensión sexual y la otra persona pasa a ser el eje de nuestros procesos mentales. Sin embargo, a medida que pasa el tiempo, el cariño va mucho más allá: se van formando emociones más complejas, la pasión va dando paso a la intimidad y va aumentando la necesidad de lealtad entre los miembros de la pareja.
Es evidente que la pasión no es eterna y, aunque sigamos queriendo a alguien, con el tiempo la intensidad de las emociones decae. Este puede ser el momento de mayor fragilidad en una relación, cuando debemos plantearnos si merece la pena seguir con alguien que ya no provoca en nosotros aquellos sentimientos tan fuertes. ¿Compensa este cambio? ¿Es posible mantenerse enamorado como el primer día para siempre?
Si compensa o no sólo podrá decidirlo quien decida continuar o abandonar, quien busque el amor real o el idílico. Quizás mantenemos relaciones largas y sucesivas en busca del eterno enamoramiento. Quizás no hemos aprendido a querer sin novedad y sin pasión, o simplemente hemos decidido que este es el tipo de relaciones son las que queremos tener. ¿Sus pros y sus contras? Seguro que también cada uno tenemos los nuestros.
Post publicado previamente en www.elimportuno.com
Pues a mí me pasa que ando buscando el amor idílico, el amor puro que me equilibre y me haga sentir profunda satisfacción. Por esa razón, aún no he entablado ninguna relación sentimental con ninguna chica. Espero el momento adecuado, espero que ese momento llegue y pueda abrazar al amor de mi vida.
Un saludo,
Juan