Te levantas y el sol despierta tu sonrisa, te sientes más animado, el buen tiempo te entran ganas de hacer más cosas y relacionarte con la gente. En general, estás más activo y contento, incluso notas que tu libido ha ido en aumento. No hay duda, es el efecto de la primavera. Y es que es cierto el refrán de que “la primavera la sangre altera” ¡en todos los sentidos!
De ahora en adelante, hasta que acabe el verano nuestro cuerpo se prepara para ver lo positivo. Tenemos más ganas de todo, incluso de mantener más encuentros sexuales. ¿Nunca te ha sorprendido la cantidad de parejas nuevas (y también rupturas, muchas veces en consecuencia) que se forman con la llegada de la época estival?
¿Qué me pasa en primavera?
A toda esta activación física y psicológica se la denomina “arousal”. Está demostrado que el tiempo y, concretamente el sol, la aumentan. Cuando esto sucede, estamos más predispuestos y preparados para cualquier tipo de actividad, incluso la sexual. No es de extrañar que muchos fármacos potenciadores del deseo actúen sobre este proceso.
El tiempo afecta a nuestras emociones, nuestros comportamientos y nuestros deseos. Aprovecha los nuevos rayos de sol paradisfrutar con los tuyos y para, con estas energías renovadas tras el invierno, darle ese toque de chispa sexual que a tu relación le hace falta.
¿Y a ti, qué cosas te activan?
El saber que, aunque el día en el trabajo sea duro, saldré y aún habrá un poco de sol esperándome en una terraza. El ir más ligera de ropa, los tejidos, el quitarte las medias, predispone a sentirte más sexy…