Puntos G

Hoy quería hablaros de un tema que parece suscitaros mucho interés (a la vista están las peticiones en las noches de fiesta): el punto G

Los puntos G , tanto en hombres como en mujeres, son puntos de nuestra anatomía muy sensibles al contacto (por la gran cantidad de inervaciones nerviosas) y que, según cuentan, su estimulación puede llevarnos a alcanzar intensos orgasmos y experimentar un placer muy superior.

Su localización se describe con exactitud: en la mujer el punto G se sitúa en el interior de la vagina, a unos 2-5 cm y en una zona que al tacto es más rugosa. En el hombre este punto se llama P y también se encuentra en la entrada del ano a unos 5cm , en una pequeña protuberancia a en contacto con la próstata.

Aquí tenéis unas imágenes que os muestran cómo alcanzarlos y estimularlos con un dedo:

También ahora contáis con nuestro nuevo vídeo sobre el punto P masculino y también del punto G femenino.

La existencia o no del punto G aún es una controversia. Podemos dar una respuesta: sí, esas zonas existen anatómicamente, pero ¿de verdad provocan el placer que se espera de ellas? Existen distintas posibilidades.

Por un lado, puede ser verdad la argumentación de que si no disfrutamos de nuestros puntos G es porque no los conocemos. No sería de extrañar: nuestra educación machista y homófoba sería el justificante. La mujer que no explora o disfruta de su cuerpo no conocerá sus puntos de placer, tampoco el hombre que argumenta que la estimulación anal es una práctica única y exclusivamente de hombres homosexuales.

Por otro lado, está la forma en que la sexualidad se nos ha intentado vender como algo mecánico. Con trucos y puntos claves se pretende llegar a una satisfacción que no está en otro lugar más que en nuestra mente. Puede que existan puntos más excitables pero, lo que está claro, es que el mayor punto G se encuentra en nuestro cerebro.

Por mi parte, siempre os animo a que disfruteis y descubrais vuestro cuerpo. Si conocer nuestros puntos G es una forma más (e incluso mejor) de disfrutar ¿Por qué no hacerlo? Para la mujer, lo ideal será acompañarlo con la estimulación del clítoris. En el hombre, la estimulación del pene y las caricias en los testículos.

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