¿Alguna vez te han dicho que das buenos consejos sobre sexo o relaciones?
Tal vez nunca lo hayas pensado, pero es posible que ya tengas dentro de ti las habilidades necesarias para convertirte en Coach sexual y de parejas. Hoy quiero ayudarte a descubrir si esas cualidades ya están presentes en ti, aunque aún no te hayas dado cuenta.
Te adelanto algo: algunas se entrenan, pero muchas son naturales y probablemente ya las estés usando en tu día a día. Muchas de las personas que hoy acompañan a hombres y mujeres en su vida íntima empezaron como tú: con curiosidad, ganas de aprender y habilidades que ya tenían sin darse cuenta.
Vamos a ver si te reconoces en ellas…
1. La gente confía en ti y te cuenta sus problemas íntimos
¿Te pasa que amigos, familiares o incluso desconocidos terminan confesándote sus historias sentimentales o sexuales?
Eso no es casualidad. Es una señal clara de que transmites confianza, empatía y apertura. Una de las primeras cualidades de cualquier coach de parejas es saber escuchar sin juzgar.
2. Sientes curiosidad por la sexualidad y las relaciones
No te quedas en los chistes fáciles ni en la información superficial. Te interesa aprender de verdad cómo funcionan el deseo, el placer y los vínculos de pareja.
Esa curiosidad genuina es el motor que diferencia a un profesional comprometido de alguien que solo repite lo que escucha.
3. No soportas los mitos y la desinformación
Si te indigna escuchar frases como “el tamaño lo es todo” o “todas las mujeres disfrutan con la penetración”, probablemente ya tengas dentro la chispa de educador.
Un sexcoach necesita esa fuerza para desmontar tabúes y ofrecer a las personas información real que transforme su vida íntima.
4. Eres capaz de simplificar lo complejo
¿Sueles explicar temas difíciles con ejemplos fáciles y claros? Esa capacidad de traducir lo complicado en algo práctico es una de las herramientas más valiosas de un sexcoach. No se trata de hablar en términos técnicos, sino de lograr que la otra persona entienda y pueda aplicar lo que aprende.
5. No eres conformista
Frases como “es lo que hay” o “yo soy así” no van contigo.
Si tienes una mentalidad de mejora continua y crees que siempre hay espacio para crecer, estás alineado con la esencia del sexcoaching: acompañar procesos de transformación real en las personas y sus relaciones.
¿Te identificas?
Si al leerlas piensas: “esto me suena mucho”, puede que tengas dentro de ti el potencial para ser un gran sexcoach y acompañar a otras personas en su vida íntima y de pareja.
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El mundo necesita más profesionales formados que hablen de sexualidad y relaciones sin tabúes. Y quién sabe… quizá seas tú el próximo. Ahora sí, entra vídeo…
