Vengo de unos días súper ajetreados! Quienes me seguís en mis redes sociales lo sabéis más que de sobra porque otra cosa no, pero subir imágenes si que subo… Iré poco a poco.
El jueves tuve la oportunidad de asistir a las Jornadas de eSalud de Asturias en donde, además de actualizarme en materia de Salud 2.0, tuve la oportunidad de impartir un taller sobre psicología de la comunicación online. Fue una experiencia que me encantó y, al parecer, según las opiniones de los asistentes, ¡a vosotros también!
En mi taller hablé sobre la comunicación verbal y no verbal, el paralelismo de lo real y lo virtual y, por supuesto, la importancia de la naturalidad y la dicotomía profesional/personal en el mundo online.
A lo largo de la semana, en la web Vice habían lanzado el artículo «¿Donde puedo reciclar mi viejo vibrador?» en el que colaboré dando mi opinión. Entre quienes mencionaban, señalaban la tienda Sex Haizegoa de Pamplona como un punto importante en el recilaje de juguetes eróticos ¿Qué hice? Allí me planté.
Y, efectivamente, no solo cuentan con un contenedor específico para la recogida de este tipo de productos, sino que también, además de vender como cualquier otra tienda erótica, informan, asesoran y ofrecen servicios en materia de sexualidad y pareja. ¡Genial!
La noche terminó en una fiesta de princesas Disney (si, sin nada erótico aunque yo haya sido una de las asitentes, tengo fotos que lo justifican) pero, a lo largo de la noche, algo me sorprendió…y no para bien.
El espiritu de Youtube en persona (si, los mismos que no se dignan a darme una cita para entregar las más de 86 firmas para evitar la censura de mis vídeos educativos (sigo sumando firmas, por si quieres compartir) se me acercó al oido y me susurró «Soy Youtube, vengo a pixelarte»
Es un mini-vídeo totalmente improvisado, grabado desde el móvil de una amiga y de broma, más bien ironía… Estoy segura de que os echaréis unas risas en 20 segundos, ¡aquí os lo dejo!