Seguramente reconoces el término ‘ninfómana’. Películas como Shame, Nymphomaniac Vol. 1 & 2, Thanks for Sharing y la exitosa producción de Diario de una ninfómana dirigida por Christian Molina nos han acercado un poco más a este concepto.
Sin embargo, ¿qué es exactamente la ninfomanía? ¿Existe en realidad? ¿Qué mitos alrededor de esta condición existen? Ante tantas dudas, he decidido que hoy desmentiremos juntos algunos bulos del tema, y confirmaremos otros tantos. Pero primero, descubramos cómo nació este concepto.
¿Cuál es el origen de la palabra ‘ninfómana’?
La palabra ‘ninfómana’ fue creada por psiquiatras en Francia del siglo XVIII. La etimología de este término viene del griego «νυμφη» (nymphē) clítoris y del sufijo del «μανία» (mania). Se trata de un neologismo que describe a las mujeres con un deseo sexual incontrolable que perjudica diversos aspectos de su vida.
Algunos especialistas afirman que la construcción de este concepto refleja el desconocimiento sobre la fisiología sexual femenina que en ese entonces se tenía, tengamos en cuenta que eran los años 1800. Otros reconocen esta condición como una enfermedad, sin embargo, no la denominan ninfomanía sino adicción al sexo o hipersexualidad.
Mitos y verdades
1.‘‘La ninfomanía siempre se consideró una enfermedad’’.
Mito
Este término fue citado en el II Manual Diagnóstico de enfermedades mentales como una ‘‘desviación sexual’’. En el tercer manual se le reconoció como una ‘‘dependencia sexual’’, para finalmente, eliminar este trastorno de la lista en su cuarta edición. Sin embargo, la Clasificación internacional de enfermedades (CIE) mantiene a la ninfomanía bajo el rubro de impulso sexual excesivo.
2. ‘‘No existe un término similar para los hombres’’.
Mito
Existió un término equivalente para el género masculino, se denomina ‘satiriasis’. Así, el hombre que padece adicción sexual se denomina sátiro, que también hacía referencia a los personajes mitológicos que se relacionaban con las ninfas. No obstante, debido a que la hipersexualidad masculina nunca fue un problema para la sociedad, no era común que un hombre sea diagnosticado bajo esta condición.
3. ‘Existe una relación entre la ninfomanía y la producción de dopamina’’
Verdadero
La adicción al sexo genera dependencia física y psicológica. Como pasa con otras adicciones, las personas afectadas terminan desarrollando tolerancia.
¿Qué quiere decir esto? Si se genera tolerancia a la adicción, ya no se producirá la misma cantidad de dopamina ante experiencias similares o iguales, es decir, la misma sensación de placer. Por lo tanto, buscarán incrementar el número de encuentros sexuales o potenciar sus experiencias. Por este motivo, en algunos casos se recetan antidepresivos para reducir este tipo de trastornos.
4.‘‘Hay una estrecha relación entre la infidelidad y la ninfomanía’’
Verdadero
Aunque la hipersexualidad no tiene criterios establecidos de forma oficial, muchos expertos han identificado ciertos síntomas para reconocer una adicción al sexo.
Si bien es cierto, la infidelidad es uno de los síntomas, no toda persona infiel tendría que padecer esta condición. Hay otros signos característicos como la visita constante de páginas pornográficas, el interés por encontrar parejas sexuales, recurrir a la prostitución, etc.