Cuando una mujer amante del deporte queda embarazada siempre se cuestiona ¿qué ritmo debo de seguir ahora? ¿qué deportes puedo y no seguir haciendo? Me apetecía hablar de este tema porque el otro día estuve en una clase de stretching (estiramientos, muy recomendable) y la monitora estaba embarazada de 4 meses.
La clave está en no realizar deportes de impacto para nuestro suelo pélvico (este consejo también te resultará útil si sufres de pérdidas de orina). Por ejemplo: correr, saltar, montar a caballo… Por supuesto, tampoco aquellos en los que puedas verte expuesta a caídas o golpes: patinaje, escalada u otros deportes de contacto.
Caminar, por el contrario, se vuelve esencial. En el gimnasio la bicicleta y la elíptica son tus aliados (no provocan impacto), el yoga y el pilates también lo son.
De todos modos, ten presente a tu médico-ginecólogo para preguntarle todas tus dudas sobre este tema y recuerda que en cada fase del embarazo tu cuerpo tendrá necesidades, energías y capacidades diferentes.
En muchos gimnasios también cuentan con máquinas específicas para mujeres embarazadas, pregunta a tu monitor.
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