La semana pasada tuve la oportunidad de asistir a una conferencia organizada por Oviedo Emprende en la que, entre otros, Francisco Alcaide exponía las bases de su libro “Aprendiendo de los mejores” En mi post de hoy no solo quiero darte esta recomendación de lectura, si no también contarte una anécdota relacionada con el feminismo.
“Aprendiendo de los mejores” es un libro de motivación, crecimiento personal y, por qué no, emprendimiento. ¿Te has dado cuenta de cómo aprendemos de los demás? Pues ahí queremos llegar, a que las personas inteligentes y triunfadoras tienen cosas en común, cosas que podemos imitar y aprender. No se trata de ser una copia de nadie pero, ¿no sería interesante empezar a parecernos más a personalidades como Steve Jobs, Jack Welch, Robert Kiyosaki, John C. Maxwell…?
Ups! ¿Te has fijado? Todos los nombres que he mencionado son hombres. Aquí comienza la anécdota: Tras las ponencias, en el momento de las preguntas, un hombre levantó la mano y preguntó por qué no había ninguna mujer en la portada del libro. Justo de inmediato la fila de mujeres que estaba detrás de mi comentó “¡vaya! que tenga que ser un hombre quien se dé cuenta de esto…” Francisco Alcaide dió la sencilla respuesta de que no había sido consciente hasta esta última edición, precisamente por un comentario similar, y que ya no estaban a tiempo de proponer el cambio al estar el libro de camino a imprenta.
Si no me equivoco, estamos hablando de la décima edición. Pero hay más, no es que la editorial o que este conferenciante “no hayan caído en la cuenta” (lo que guarda gran relación con el automatismo del machismo ancestral heredado por todos) sino que una servidora también calló en el error y recibió la misma crítica. Si, yo misma, sexóloga feminista (como no podría ser de otra forma) también puse de nuevo solo a hombres como ejemplo de personalidades relevantes al hablar de lanzarnos a ligar y mejorar la seguridad en nosotros mismos:
Fue una seguidora quien, después de leer mi libro, me hizo este comentario y me quedé como ¡UAU! La verdad es que es una auténtica pena que tengamos que preocuparnos por estas cosas ¿qué más da mencionar hombres o mujeres si sabemos que todos somos iguales y relevantes? Pero realmente no, a lo largo de la historia a penas se estudian personajes femeninos, siempre han quedado ocultos tras la luz de algún varón.
Por eso visibilizarlas es importante. No debería de ser necesario pero si, lo es. En la próxima edición de mi libro (que espero que la haya) corregiré este error para que las mujeres importantes no sigan ocultas detrás de nadie, para que se haga presente tu transcendencia en la historia y, como diría F. Alcaide, también podamos aprender de LAS mejores.
Y tú, ¿qué opinas de todo esto?